15/12/08

Miserias humanas

Por Wendy Marton

¿El hombre nace bueno y la sociedad lo hace malo? Este viejo dilema, que es uno de los análisis fundamentales de los primeros años de la carrera de Derecho (Abogacía), es planteado con gran maestría por el Premio Nobel, William Golding, en El señor de las moscas.

La historia se desarrolla en una isla desierta, donde cae un avión que transportaba niños de entre 6 y 14 años, en plena guerra mundial. Como el piloto muere, los infantes deciden elegir un líder que los guíe hasta que un barco o un avión pueda rescatarlos.

Hacen una votación para ver quien ocupará el cargo. Y surgen dos líderes natos Ralph y Jack, éste último también líder del coro. Finalmente, Ralph es electo y allí se desarrolla el primer conflicto por el poder. Si bien a Jack no le gusta el resultado, acepta la votación de la mayoría y también la denominación de ser jefe de los cazadores, es decir, ser responsable de cazar jabalíes para proveer carne al grupo.

Dentro del grupo también sobresale un niño apodado Piggy (cerdo, en inglés), que si bien es más listo que Ralph y Jack, no es respetado por tener sobrepeso. Durante la convivencia en la isla, la rivalidad entre Ralph y Jack se hace cada vez más notoria, hasta que Jack decide formar su propio grupo.

Mientras el objetivo de Ralph es mantener el fuego, de manera que el humo pueda ser observado desde lejos y el rescate pueda ser posible en breve, a Jack solo le interesa demostrar su fuerza física.

Las más grandes maldades del mundo salen a flote en una isla donde solo habitan niños. La codicia por el poder, el miedo, la soledad, el desprecio hacia personas diferentes, son solo algunos de los problemas descritos, y que hacen suponer que la maldad está inserta en el ser humano desde antes de su nacimiento.

Aceptable o no, este relato ofrece un planteamiento real que la humanidad se hace siempre. Más que una novela,
El señor de las moscas nos enseña cómo nuestros miedos y egoísmos a veces pueden ser más fuertes que nuestros deseos de una convivencia pacífica. Excelente novela.

3/11/08

¿Por qué atrae tanto Dr. House?

Por Wendy Marton

Es insoportable. Arrogante. Autoritario. Egocéntrico. Hostil. Un verdadero misántropo. Y cualquier otro adjetivo que describa a una persona que tiene poca consideración hacia otras personas.

Aún así, su popularidad crece día a día. Solo en la red social Facebook tiene más de 50.000 fans, distribuidos en decenas grupos de varios países del mundo. Uno de los grupos inclusive pregunta ¿qué personaje de la serie eres?
En Paraguay, la serie norteamericana
Gregory House, Diagnóstico Médico, puede ser visto a través de Canal 5-Paravisión, todos los sábados y domingos a las 21.00 horas.

¿Qué lo hace tan atractivo? Pues podría decirse que precisamente esa arrogancia característica de un personaje que quizá podría sentirse menos que los otros por padecer de un problema en la pierna derecha (debido a un infarto muscular). O quizá este problema es simplemente un complemento hacia una mente superdotada, capaz de resolver problemas que otros no lo hubieran pensado, fastidiado de cosas simples, y constante buscador de problemas le ayuden a resolver el único que no puede solucionar: el suyo.

Gregory House (encarnado por el genial actor Hugh Laurie, conocido en Paraguay por su participación en Stuart Little-era el padre de los niños), es responsable de una unidad especializada del Hospital Universitario Princeton-Plainsboro de Nueva Jersey, en casos que otros doctores no pueden resolver.

Tiene un equipo médico conformado por la inmunóloga, Allison Cameron (Jennifer Morrison); el neurólogo Eric Foreman (Omar Epps), y Robert Chase (Jesse Spencer) –de quien todavía no sé cuál es su especialidad. Cameron representa a la típica mujer dadivosa, sensible, que ama a todos aquellos que sufren en este mundo. Foreman, por el contrario, se siente discriminado por ser de color, y compite todo el tiempo por demostrar que es mejor que los demás. Chase, es un joven proveniente de una familia adinerada, e hijo de un famoso médico, incapaz de demostrar su habilidad abiertamente, quizá debido a su origen.

En la serie también aparecen James Wilson (Robert Sean Leonard), jefe de oncología y mejor amigo de House; y Lisa Cuddy (Lisa Edelstein), directora del hospital. Cuddy llega al extremo de perdonar su constante arrogancia, pues sabe que es difícil encontrar otra mente brillante como House.

A lo largo de la serie se muestran aspectos sobre él que lo hacen más odioso aún. Inclusive, llegó a tener un problema con un paciente, que resultó ser policía, y estuvo a punto de ir a la cárcel; y recibió un disparo que casi acaba con su vida, proveniente de un hombre luego de que su esposa se haya suicidado tras enterarse por House que era engañada con otra mujer.

Desde el inicio de la serie, se va retratando parte de la vida de House, mientras los pacientes van curándose o muriendo en cada capítulo. En los primeros, muestran parte de su vida después del proceso de divorcio, que lo hundió en depresión. Luego, vino una cura provisoria a su problema, luego de recibir el disparo. Posteriormente, estuvo a punto de ir a la cárcel, y de paso llevar a la quiebra económica a todos los más cercanos a él.

Uno de los casos más llamativos para mí fue el de una paciente que intentó suicidarse luego de que fuera abusada por tres hombres y quedara embarazada. La única persona con quien quería hablar la joven era House. Y obviamente él rechazó cualquier intento de acercamiento hacia un ser humano.

Mas allá de lo que pueda decirse de una persona así, es indiscutible que su personaje es atrapante. Quizá, porque todos, en algún momento, tenemos ganas de responder de la misma manera que él. O quizá, porque nos gustaría tener su misma dosis de inteligencia. Como sea, cada sábado me engancho a este programa, esperando algún nuevo desplante hacia los pacientes o familiares, y convencida de que si me llega a tocar alguien así lo mando a freir papas.

28/10/08

La ciudad y los perros

Por Wendy Marton

Cuando tenía 14 años, mi hermano fue a la CIMEFOR a cumplir el servicio militar obligatorio. En ese entonces, ser objetor de conciencia aún no estaba bien visto, y a pesar de que le ofrecieron a mi hermano la posibilidad de “comprar” su baja (documento que acredita que cumplió con lo establecido en la Constitución y cumplió con el servicio militar), él decidió que iría a la institución militar a cumplir con lo que establecía la ley. Mis padres intentaron ofrecerle el máximo de comodidades, dentro de nuestras precariedades económicas, y contrataron a un transportista que lo llevaba y lo traía sano y salvo a mi casa todos los días.

Cada tarde, mi mamá y yo lo veíamos llegar cansado, y veíamos en su rostro cansado la jornada que había tenido que soportar. A pesar de los intentos de mi madre por tratar de sacarle información sobre los culpables de su sufrimiento diario, mi hermano jamás abrió la boca para contar lo que debía padecer todos los días.

Cuando cayó en mis manos La ciudad y los perros (Mario Vargas Llosa, Ed. Alfaguara-La Nación), entendí a mi hermano. En esta novela, la primera de las grandes obras que escribiría después, Vargas Llosa relata su paso por la academia militar Leoncio Prado, una institución dirigida por los militares para los “niños problemas”.

En la obra, el escritor peruano relata la vida de Alberto, Cava, Boa, El Jaguar, Ricardo “El Esclavo” Arana (he sido cada uno de ellos, escribe en el prólogo), entre otros, quienes debían soportar torturas físicas y sicológicas propias de las instituciones militares, sin que sus padres pudieran o quisieran saber, con el estoicismo normal de quienes creen que es más hombre quién más sufrimiento aguanta sin compartirlo. También relata la niñez de cada uno de los protagonistas y la madurez luego de haber pasado por el colegio, cada uno por caminos distintos, y con la lección aprendida a su manera.

Esta novela no solo plantea los temores de los internos y la rigidez militar de los superiores, sino la decadencia de la estructura militar latinoamericana, donde más puede quien tiene influencias, que quien quiere el simple cumplimiento de la ley.

Esta es la tercera novela de Vargas Llosa que leo (me inicié en la lectura de novelas a los 12 años leyendo La guerra del fin del mundo, y a los 25 años conocí Los cuadernos de Don Rigoberto) y todas me parecieron tan disímiles como fascinantes.

Si la magia literaria de Gabriel García Márquez es atrapante por ser íntima e invitarnos a conocer un mundo en el que todos podemos convivir, la destreza intelectual de Vargas Llosa cautiva por sus conocimientos y vivencias tan propias de los países latinoamericanos.

Esta novela es un canto a la vida, y más que a la vida, a superar todos los problemas y barreras propias de la niñez y quizá de las condiciones económicas, para entender y entendernos como seres humanos.

10/10/08

El hombre desbordado

Cuando Fernando Lugo asumió como presidente del Paraguay, en agosto de este año, muchos pensamos que el crecimiento económico, de la mano de las dos hidroeléctricas más grandes del mundo, por fin llegaría. Más aún, muchos creímos que la elección de Dionisio Borda como ministro de Hacienda significaría un ajuste total de los gastos y el cobro de impuestos a los grandes empresarios, sin importar la actividad a la cual se dedican.

Hoy, a 60 días del gobierno de Lugo, Borda parece no comprender aún el papel que le compete en este momento, como parte de un gobierno que en toda la campaña electoral apostó a la gente.

El titular del Tesoro paraguayo, que fue presentado a muchos como el “salvador paraguayo”, al sacar al país del default (cesación de pagos) en que se encontraba en el año 2003, hoy parece no tener un rumbo. Es más, me arriesgaría a decir que se quedó en el pasado, al querer llevar a cabo medidas que no pudo realizar cuando le tocó asumir la conducción económica durante la primera etapa del gobierno de Nicanor Duarte Frutos.

Apenas asumió, presentó su Plan Estratégico Económico Social 2008-2013, con grandes propuestas, pero sin mucha renovación. A ello, ahora suma su interés de modificar la legislación tributaria actual, tal como lo hizo en el año 2003.

Paraguay había decidido reformar su sistema impositivo durante el gobierno de Andrés Rodríguez, el general y consuegro de Alfredo Stroessner y principal mentor del derrocamiento del presidente que gobernó 35 años el país.

Era evidente que en el año 2003, cuando Nicanor llegó al poder, era necesaria una reforma tributaria. A propuesta de Borda, se logró rehacer la ley 125/91 “de Reforma Tributaria” y acompañarla con la Ley 2421/04 “De reordenamiento administrativo y adecuación fiscal”. Esta nueva normativa, redujo varias tasas impositivas, con la intención de formalizar las actividades comerciales, industriales, agropecuarias y de servicios.

Hoy, a cuatro años de la implementación de la denominada “Ley de Adecuación Fiscal”, son varios los puntos que no fueron totalmente implementados, entre ellos, la aplicación del Impuesto a la Renta Personal (creado justamente dentro de esta nueva legislación).

Ahora, ¿por qué Borda insiste tanto en crear nuevos impuestos, si ni siquiera se implementó en su totalidad la Ley 2421?

A ello se debe sumar otra interrogante ¿por qué Lugo, y de paso Borda, no incluye en la mejora económica del país la negociación con Argentina y Brasil sobre las binacionales de Yacyretá e Itaipú, logrando así no solo mayores ingresos para el Fisco sino también una mejor calidad del servicio energético, con energía más barata o gratis para todos los paraguayos?

¿Será que tanto Lugo como Borda perdieron el rumbo y simplemente quieren “vengarse” del sector sojero aplicándoles más impuestos, y de paso incluir a otros sectores menos poderosos, aunque sean pequeños?

En la actualidad, con la crisis financiera mundial desatada, Paraguay parece no entender que si bien su mercado de valores es casi nulo, esta crisis le llegará de todos modos, a través de Argentina y Brasil, sus mayores socios comerciales.

Hoy, Borda parece un hombre desbordado por tanto acontecimiento mundial, incapaz de medir cómo acompañar el proceso de cambio. Y aquí, aunque las comparaciones son odiosas, no me queda más que extrañar la visión que tenía el ex ministro de Hacienda, César Barreto, sobre la economía mundial de aquí a los próximos 10 años y de la necesidad real de llevar las ganancias de la macroeconomía a la gente más necesitada.

Ojalá que Borda rectifique el rumbo pronto y se compenetre con toda la situación, o se de cuenta que sus medidas llegan a destiempo y tenga la sabiduría de dar un paso al costado.

22/9/08

El último vuelo del pájaro campana

Por Wendy Marton

La fantasía y el imaginario popular de Latinoamérica en general son a veces tan fuertes que parecen combinarse tan perfectamente con la realidad, y al final no se sabe si algo pasó o solo lo imaginamos. La historia relatada en El último vuelo del pájaro campana (Andrés Colmán Gutiérrez, Ed. El Lector) presenta este mismo debate.

En la novela, Colmán Gutierrez, conocido periodista en Paraguay, se presenta la historia del supuesto regreso del ex dictador Alfredo Stroessner (depuesto en 1989), a fines de la década del ’90. Los encargados de corroborar que esta historia sea cierta y no un simple comentario de la población, son la joven periodista Claudia Villasanti y el investigador privado Martín Yacaré Olmedo.

La reportera contacta con un indígena, supuesto médium, quien asegura que el ex presidente paraguayo volverá un 3 de noviembre al país, fecha que coincide con un eclipse solar que se verá en Paraguay.

Aparentemente, la idea de repatriar al ex dictador es apoyada por un grupo de empresarios mafiosos y de militares, que ansían volver a tener el control del país. A partir de los datos que brinda el detective privado al dueño del diario para el que trabaja Claudia, se inicia una investigación que llevará a la periodista y al detective a la zona fronteriza noreste de Paraguay con Brasil. Allí, la dupla comprobará no solo cómo se introduce contrabando de electrodomésticos y armas al país, sino además cómo se están deforestando los bosques, y acabando con la fauna del lugar.

Esta es la primera novela de Colmán Gutierrez. Tiene una buena trama, bien estructurada y solo debe prescindir de algunas comparaciones innecesarias y que en la actualidad ya ni siquiera tienen sentido. Pero en general es atrapante. Si tiene deseos de conocer algo más sobre la realidad y fantasía paraguaya, este es un buen libro.

16/9/08

TORSOS Y LA DOBLE MORAL NORTEAMERICANA

Por Wendy Marton

La novela Torsos (John Peyton Cooke, Ed. Planeta), recrea la historia real de un asesinato en serie que sacudió a Cleveland (Estados Unidos), en la década del ’30. En la narración de Peyton Cooke, un imaginario asesino de doce o más víctimas comienza su cacería con Eddy, un hombre que no solo se prostituye sino también prostituye a otras personas, y se convierte en una atrapante novela policial, en la cual se dan a conocer hechos imaginarios mezclados con la historia relatada en los diarios de la década del ’30.

J. P. Cooke hace descripción escalofriante sobre la forma en que van apareciendo los cuerpos, mutilados en su mayoría, algunos sin cabeza e imposibles de ser identificados con la tecnología de esa época. Y aunque la policía tuvo pistas certeras sobre quién pudo haber sido el asesino, su condición económica y sus contactos hicieron que quede en libertad.

En la novela, se mezclan personajes imaginarios basados en los protagonistas reales, y se menciona una arista de lo que pudo haber sido el trabajo del famoso detective Eliot Ness, como Director de Seguridad de Cleveland, luego de haber ideado y participado en la captura del famoso Al Capone, y su retiro de la vida pública tras haber participado de un accidente automovilístico en 1942 por conducir alcoholizado.

Lo llamativo de la novela es que el relato es sobre la prostitución de hombres de esa época, con detalles que a veces pueden no gustar a todos los lectores, que eran contratados por otros hombres, empresarios, policías, trabajadores, entre otros.

Justamente en la historia relatada por Peyton Cooke, uno de los policías que investiga la serie de crímenes es también amante de uno de los que fueron asesinados y de otra víctima del denominado por los periódicos como el “
Asesino de los torsos”.

Si bien no soy amante de las novelas policiales, es importante mencionar que
Torsos atrapa por la narración impecable del autor no solo de los hechos sino sobre la conducta de los pobladores de Cleveland, y la doble moral norteamericana que aún hoy persiste.

Además reúne otro requisito. Como no puedo leer un libro sin saber quién es el asesino o el culpable de alguna acción, generalmente leo el final y después avanzo para ver cómo y por qué sucedieron los hechos, que para mí es también un aspecto importante. Este libro supo mantener en mí esa curiosidad hasta el final. Léalo, es interesante.

9/9/08

Relatos de nueve secuestros

Por Wendy Marton

Si Cien años de soledad y El amor en los tiempos del cólera me cautivaron por la forma mágica en que son relatadas las historias, Noticia de un secuestro (Gabriel García Márquez, Ed. Sudamericana) me conmovió por el magistral relato de García Márquez sobre una historia verídica que sacudió a Colombia en la década del ‘90.

En este libro, el premio Nobel de Literatura relata la historia de nueve colombianos secuestrados por el narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, siete de ellos periodistas, y dos relacionados con ex presidentes de Colombia. En la actualidad, uno de ellos es el vicepresidente de Colombia, Pacho Santos. Dos de los secuestrados, Diana Turbay (periodista) y Marina Montoya (hermana del entonces secretario general de la Presidencia de la República), durante la administración de César Gaviria fueron asesinados como moneda de cambio.

García Márquez recoge en este libro, los testimonios de los protagonistas y sus familiares o amigos más cercanos, así como de la personas que estuvieron involucradas, primero en la liberación de los rehenes, y luego en la entrega de Escobar Gaviria a las autoridades colombianas.

La publicación se dio tras un pedido realizado por una de las secuestradas, Maruja Pachón, y su marido, Alberto Villamizar, de plasmar los meses que había vivido secuestrada, y se convirtió en un libro de reportajes que relató paso a paso los momentos en que los rehenes de Escobar Gaviria pasaban de la esperanza por la liberación al miedo terrible por la inminente posibilidad de morir. Villamizar, a más de buscar la liberación de su esposa y de su hermana, fue uno de los negociadores más importantes en la entrega de Escobar Gaviria.

Villamizar, uno de los principales relatores, detalla las negociaciones que mantuvo tanto con el entonces presidente César Gaviria, como con las personas más allegadas a Escobar Gaviria, para lograr un cese a los secuestros y explosión de bombas que mataron a cientos de inocentes.

La intención de Escobar Gaviria, con estos secuestros, era conseguir una normativa que impida la extradición a Estados Unidos de los narcotraficantes. A cambio, prometía dejar el negocio de las drogas, devolver toda la pólvora utilizada para amedrentar a los colombianos y lograr una paz que hacía mucho ansiaba Colombia.

De todos los libros de García Márquez que leí hasta ahora, Noticia de un secuestro me pareció el más vívido, sufrido y maravilloso canto a la vida de personas que vieron perder su libertad por unos meses, a cambio de una guerra absurda por un poder que finalmente ningún ser humano podrá disfrutar después de su muerte.

28/8/08

Celos

Por Wendy Marton

¿Pueden los celos cegarnos de tal manera que lleguemos a acabar con la vida de alguien por simples sospechas de traición? Esta es la disyuntiva que nos presenta William Shakespeare en “Otelo: el moro de Venecia”. El protagonista, un moro llamado Otelo se enamora de Desdémona, una hermosa mujer, con quien posteriormente se casa. Yago, un oficial que envidia profundamente a Otelo, convence a Otelo que Desdémona ama a otro hombre. Cegado por los celos, Otelo cree todo lo que Yago le dice, lo que provoca una tragedia.

Los celos de Otelo nacen de su condición (su piel es oscura), sin muchos recursos económicos y ya entrado en años, y se vuelven más intensos debido a que su esposa es una mujer joven, bella, de buena condición económica y deseada por los hombres más importantes de Venecia.

Hoy día, en que los controles que pueden ejercerse son distintos a 1603, año en que se publicó esta obra, los celos continúan provocando miles de situaciones que desembocan no solo en la separación de la pareja, sino en la muerte de algunos de los cónyuges o hijos, inclusive.

Pero, ¿qué lleva a una persona a sentir celos, a tal punto de vivir atormentado creando fantasmas inexistentes en una relación, o soportar traiciones reales, desmereciendo su propia condición de ser humano? Quizá tenga que ver con la cultura misma del país, o su credo religioso, o yendo más lejos porque si bien tenemos más tecnología a nuestro favor y mucha más información sobre las cosas, seguimos sin entender qué siente el ser humano y qué lleva a determinar sus patrones de comportamiento.

Somos proclives a creer que una persona es de nuestra propiedad, por el simple hecho de declarar que las amamos.
Hace unos días, la agencia de noticias Reuters publicó un sondeo australiano que revelaba que uno de cada tres usuarios de telefonía móvil (celulares) revisaba los celulares de sus parejas, con consecuencias dolorosas. El sondeo en internet, realizado por el proveedor de servicios de telecomunicaciones Virgin Mobile Australia, demostraba que las mujeres son más propensas que los hombres a mirar en secreto el teléfono de su pareja.

Es normal que a partir de una suposición, la persona celosa se vuelva paranoica y llegue a conclusiones basadas en datos falsos, en la mayoría de los casos, provocando su sufrimiento primero, y luego el de las personas que los rodea.

Si este es su caso, lea Otelo, y comprenda lo perjudicial que puede llegar a ser una situación así, y luego, si su duda persiste, busque ayuda profesional. Y concluyo con una frase, tal vez simple para una obra tan importante, pero utilizable en este caso: Si una persona te hace llorar, no merece tus lágrimas, y aquella que las merece, no te hará llorar.

12/8/08

Lugo ¿Tiene corazón?

Por Wendy Marton

El slogan principal de la campaña que llevó a la presidencia de la República al ex obispo Fernando Lugo era: “Lugo tiene corazón”. Hacía alusión, entre otras cosas, a las miles de familias que fueron desmembradas debido a que fueron forzadas a un exilio económico, y que llevó en mayoría a las madres, y en menor grado a los padres, hermanos, primos, tíos, sobrinos o amigos, a buscar trabajo en España, Argentina y Estados Unidos.

Durante el tiempo que duró el periodo electoral no había niño en la calle que no cantara este slogan, contagiando a otras personas que estaban cerca.

Hoy, a dos días de su asunción, que lo mantendrá en el poder durante cinco años (2008-2013), Lugo aún no definió una postura política. Es que la base que lo catapultó es bastante parecida a una torre de Babel.

Por un lado, lo acompaña en la vicepresidencia de la República, el hasta hace poco titular del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA)-una agremiación política que tiene aproximadamente 800 mil afiliados-, Federico Franco.

Le siguen movimientos o partidos de izquierda, que si bien lograron pocos votos para ingresar al Legislativo (sea Senado, Diputados o Parlasur), fueron muy cercanos a Lugo desde antes de que renunciara a su condición de principal soldado de la iglesia católica.

Y una fuerza no menos importante, que consolidó su triunfo, fue el ala disidente de la Asociación Nacional Republicana (ANR), conocido como Partido Colorado-que deja el poder luego de más de 60 años de hegemonía- el movimiento Vanguardia Colorada, encabezado por el ingeniero civil Luis Alberto Castiglionni.

Es decir, Lugo deberá ser lo suficientemente hábil como para que estas tres corrientes, una de derecha, otra de izquierda y la otra agrarista, lo ayuden en la aprobación de leyes económicas y permitan que en el país reine por fin la seguridad jurídica, y que no terminen abandonándolo y dejándolo solo en medio de una crisis política que podría tumbarlo antes de que cumpla su mandato.

Pero ¿qué es lo que hoy desconcierta a la mayoría de los paraguayos? Quizá que no tiene aún un rumbo económico definido. Su primer pantallazo de lo que será el plan económico del próximo Gobierno impulsa con fuerza el fantasma del impuestazo.

Durante el primer tramo del Gobierno de Nicanor Duarte Frutos, quien deja el poder este 15 de agosto, lo acompañó como principal conductor del Equipo Económico el ingeniero agrónomo y Phd (en economía agraria) Dionisio Borda (ministro de Hacienda, 2003-2004), quien impulsó una reforma de la principal ley impositiva del país (Ley 125/91), modificó y redujo tasas impositivas e incluyó tributos tales como el Impuesto a la Renta Personal (IRP).

También, durante la administración de Borda al frente del Tesoro paraguayo se aprobó un decreto por el cual todos los propietarios de grandes extensiones de tierras en el Paraguay –ociosas o no- podían acceder a beneficios tributarios y no pagar la tasa del 10% establecida para el Impuesto a la Renta de Actividades Agropecuarias (IMAGRO). Esto trajo como consecuencia que la recaudación por este gravámen se redujera de G. 25.000 millones, en promedio –antes de la aplicación de la ley- a apenas G. 11.200 millones al cierre del ejercicio fiscal 2007, cuando en teoría deberían haber aumentado los ingresos tal como sucedió con los demás tributos modificados.

Hoy, Lugo propone como una de las alternativas aplicar un impuesto al agro, aunque aún no se definió si incluirá solo a los sojeros o también gravará la exportación de carne.

Aunque particularmente estoy de acuerdo con la aplicación, en este momento de la economía paraguaya (hace cinco años la rechazaba, porque el país estaba prácticamente en default), de un impuesto a la exportación de productos en estado natural, creo que tiene otras alternativas que debería mirar antes de volver a asustar a la gente con un nuevo “impuestazo".

Durante toda su campaña política Lugo aseguró que renegociaría el Tratado de Itaipú. A través de este tratado Paraguay aceptó compartir con Brasil la tenencia de una represa hidroeléctrica que fue construida en el río Paraná, curso hídrico que limita a ambos países.

La primera respuesta del Gobierno de Brasil durante la campaña fue una férrea negativa, atendiendo a la posibilidad de que el Partido Colorado volviera a obtener la conducción de la república.

Tras la victoria de Lugo en abril de este año, los brasileños debieron cambiar el discurso aunque siempre con la oposición a renegociar el Tratado. Esta vez, los enviados de Imaratí (cancillería brasileña) ofrecieron al futuro gobierno un paquete de leyes económicas que incluía la reconversión de Ciudad del Este (también limítrofe con Brasil), la culminación de una línea de transmisión de Ciudad del Este-Asunción, y la financiación de construcción de carreteras, a través de un banco brasileño (el Banco de Desarrollo Económico y Social del Brasil), en síntesis, una ayuda económica atada al humor brasileño.

En síntesis, Brasil sabe que una renegociación del Tratado de Itaipú implicará que Paraguay acceda a mucho más regalías que las que le corresponde (sobre todo por cesión de energía) y a –treinta años después- por fin podrá acceder a la cogestión financiera plena de la entidad.

Es decir, con una simple negociación –que la ganará en cualquier corte internacional- podría recibir millones de dólares que lo ayudarán a sacar al país adelante, y reducir a más de la mitad el porcentaje de pobreza y extrema pobreza (el 20% de la población paraguaya vive en extrema pobreza actualmente) que lo tiene sometido en una cada vez más creciente violencia callejera (asaltos, secuestros) y desmoralización colectiva.

Y al recibir más energía, podrá convertirse en un polo de desarrollo del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), para la radicación de fábricas en el país.

En síntesis, si Lugo cumple tan solo una de sus promesas electorales –bueno dos- la de renegociar el Tratado -y obviamente mantener la corrupción de su Gobierno en cero-, no precisaría aún recurrir a una nueva modificación de la normativa impositiva vigente.

Y con el crecimiento económico, producto de una mejor inversión de los royalties y las recaudaciones vigentes, podrá repatriar a los exiliados económicos.

Solo el tiempo nos dirá si Lugo tiene corazón y capacidad de negociación. Usted ¿qué cree?

5/8/08

Del amor y otros demonios

No hay medicina que cure, lo que no cura la felicidad

Del amor y otros demonios (Gabriel García Márquez, Ed. Sudamericana-Clarín-Revista Ñ), es la primera de la trilogía escrita por García Márquez (la completan El amor en los tiempos del cólera y Memorias de mis putas tristes), en la que se narra una historia nacida de una crónica hecha para el periódico en el que trabajaba el escritor cuando se informó sobre las excavaciones realizadas al convento de las clarisas, antes de que en ese lugar sea construido un hotel de una cadena internacional.

García Márquez fue a mirar qué podía haber de interesante por ese lugar cuando los encargados de la excavación descubrieron, entre las varias tumbas que había en el lugar, el cráneo de una niña que tenía una cabellera de poco más de 22 metros de largo. Tras este descubrimiento, el escritor colombiano narra con una prosa excelente una historia de amor, sufrida e intensa como solo él sabe relatar.

Cuenta la historia de Sierva María, una niña de doce años e hija de un marqués, que fue mordida por un perro rabioso un día en que fue de compras al mercado. A excepción de Sierva María, otras tres personas fallecen días después. Preocupado porque el destino de su hija fuese el mismo, el padre intenta ayudarla y somete su situación primero a consideración de un médico poco ortodoxo (Abrenuncio), y luego a la opinión de la iglesia católica.

El obispo considera el caso como una posesión demoníaca y le recomienda que la interne en el convento de las clarisas. Además, designa a su mano derecha, el Padre Cayetano Delaura, de 36 años, para que la exorcice.
Delaura, en lugar de exorcizarla se enamora de ella. Y es allí cuando comienza una dura batalla, no solo de conciencia por la diferencia de edad y la situación eclesiástica del enviado del Obispo, sino por la historia que envuelve a la niña.

Más allá de esta historia narrada por García Márquez, la novela también toca el tema del amor, ese amor no correspondido y que provoca una lucha intensa en el alma de los amantes, por cumplir o no con lo que manda la sociedad.

Al leer este libro, uno es capaz de sentir el mismo amor y la misma pena que castiga a los dos amantes, por vivir un amor prohibido pero intenso. Y luego no es difícil ponerse a pensar por qué debemos sacrificar siempre algo por atender los preceptos de una sociedad fría, cuando que nuestra decisión solo podría provocar un daño moral quizá, pero no acabar con la vida de nadie.

¿Acaso el amor no es más fuerte?

31/7/08

La hora final

“Una revolución empieza a hacerse desde los campos de batalla, pero una vez que se corrompe, aunque siga ganando batallas militares ya está perdida. Todos hemos sido responsables. Nos hemos dejado dividir y dirigir por los concupiscentes, los ambiciosos, los mediocres. Los que quieren una revolución de verdad, radical, intransigente, son por desgracia hombres ignorantes y sangrientos. Y los letrados solo quieren una revolución a medias, compatible con lo único que les interesa: medrar, vivir bien, sustituir a la elite de Don Porfirio…Continuaré siendo una persona imposible mientras las personas que hoy son posibles sigan siendo posibles….”

Por Wendy Marton

Quienes aún gozamos de juventud, pero ya pasamos los treinta, ya superamos la etapa en que pensábamos que un simple pensamiento podía revolucionar al mundo. A esta edad, ya más maduros pero aún con energía, medimos las acciones a tomar y solo nos embarcamos en proyectos que consideramos pueden llegar a ser concretos y depararnos un mundo mejor. La muerte de Artemio Cruz (Carlos Fuentes, Alfaguara-La Nación) plantea esa etapa de la vida en que el anochecer llega sin que hayamos podido desarrollar nuestros deseos y con la conciencia suficiente para admitir errores y lamentar acciones que por cobardía no emprendimos.

En este libro, Fuentes relata la vida de Cruz, un hombre que vivió una infancia libre, no solo del conocimiento de saber cómo había sido procreado, sino en la extensión misma de la palabra. Ya joven, conoció el amor verdadero que le fue arrebatado durante una de las tantas contiendas que sometieron la historia de México en busca de la igualdad para todos sus habitantes. Tras este encuentro impactante con la realidad, Cruz decidió tomar las riendas de varias vidas y someterlas a su voluntad, conciente de que ya nunca volvería a tener los mismos sentimientos que antes de la muerte de Regina.

El protagonista decide casarse con Catalina, una mujer a la que ama –ya no con el amor que tuvo por Regina, pero sí con ese segundo amor que todos sentimos en la vida, después de haber conocido el amor verdadero- pero sin la sabiduría suficiente como para aceptarlo y decírselo.
Cruz se vuelve un hombre huraño, incapaz de dar a conocer sus sentimientos, y se somete a ese mundo en el que es más importante tener dinero, amantes, una familia aparentemente bien constituida, pero sin nada concreto que lo lleve a la felicidad.

Y es cuando llega a la vejez, tendido en una cama de hospital, que comienza a mirar su vida y de las que lo rodean de una manera diferente, marcado por la experiencia y el conocimiento.

El encuentro con uno mismo se produce precisamente a una edad en que ya es más difícil-no imposible- cambiarlo todo. Cuando somos adolescentes nos preocupamos por como nos queda la ropa, nuestra estatura o si somos demasiado delgados o demasiado obesos.
Al final de nuestras vidas analizamos qué hicimos bien o mal, aprobamos o desaprobamos lo que hicimos de acuerdo a nuestro actuar. De una manera magistral, Fuentes es capaz de llevarnos a tratar de entender la mente de una persona enferma y anciana, y de mostrarnos todo lo que podemos perder con indecisiones o al tomar una decisión equivocada. Vale la pena leer el libro. Es un poco denso, pero igual lo disfrutará mucho.

Y le dejo con una interrogante que la hace Artemio Cruz en una parte de su vida:

¿Cuándo es mayor la felicidad?. La respuesta es, quizá, cuando somos capaces de reconocer que ella existe dentro de nosotros mismos.

21/7/08

Deseo de Poder

Por Wendy Marton

Como novela es un buen libro de historia.
El círculo mágico (Katherine Neville, Ed. B), narra la historia de Ariel, una joven norteamericana que trabaja en un centro nuclear de Idaho (Estados Unidos), a la que van sucediéndole cientos de cosas tras enterarse de la muerte de su hermano (en realidad primo) Sam. Esta novela teje una serie de historias, basadas en hechos reales acaecidos miles de años antes de Jesucristo y otras después, con una compleja trama familiar.

Tras la muerte de una de las personas más queridas de su familia, Ariel recibe la noticia de que es heredera de unos manuscritos que podrían dar a conocer al mundo lo que muchos líderes (Adolf Hitler, Nerón, Calígula, por citar algunos) buscaron durante tanto tiempo: una fuente inagotable de poder no solo para vivir más allá de la muerte, sino además para dominar al mundo, una vez que reunieran trece objetos sagrados (Santo Grial, clavos, espada y lanza, entre otros), y que esto coincidiera con el cambio de éon (una era, que en este caso está representada por cada signo zodiacal y que se renueva cada mil millones de años. Aquí en el libro habla de la era de Acuario). Estos manuscritos fueron reunidos por la abuela de Ariel, Pandora, quien se encargó de dividirlos en cuatro partes, para que una sola persona no poseyera todo ese conocimiento e intentara apropiarse del mundo.

Aunque un poco extensa para mi gusto, y complicada demás en lo que a relaciones familiares se refiere (el tío no es el tío, la tía es la abuela, el novio es el primo, el primo no es nada, y así), está mucho mejor documentada y elaborada que la novela publicada por Dan Brown -y que tanto éxito alcanzó-
El Código Da Vinci. A pesar de haber sido publicada antes, El círculo mágico al parecer no contiene la magia necesaria para atrapar a la gente, a pesar de haber sido publicada mucho antes que El Código Da Vinci y ser mucho mejor.

Básicamente, hace la relación entre las religiones, que alguna vez tuvieron todas un eje común. Además, sostiene que Jesús confió su sabiduría a cuatro personas de su círculo: Santiago, que fue destinado después a Brigantium, hogar de la diosa celta Brígida; Juan Zebedeo, a Éfeso, hogar de la diosa griega Artemisa, o Diana, en latín; y Simón Pedro, a Roma, hogar de la primera Gran Madre frigia (la piedra negra transportada desde Anatolia central, que ahora se conserva en la colina palatina); y Miriam de Magdala, más conocida por nosotros como María Magdalena. Ésta última, inclusive, habría sido depositaria de muchos más conocimientos de Jesús, que sus apóstoles.

Ah, y también sostiene que en realidad la primera mujer de Adán no fue Eva, sino Lilit. Interesante, como novela y como aporte, además de entretenida. Insisto, si leyó
El Código Da Vinci, este libro le parecerá mucho mejor.

El eje central del libro es el deseo de poder, y busca crear una conciencia sobre lo que es capaz de hacer la humanidad para obtenerlo, aún a costa sacrificar miles de vidas humanas. Un cuestionamiento que se hace Ariel, en uno de los capítulos, es sobre qué lleva a una persona como Hitler a matar tanta gente en busca de un supuesto poder. Y Zoé, su tia-abuela, le responde con otra interrogante aún mayor: qué lleva a una persona a creer que esto no puede hacerse para alcanzar el bien de toda la humanidad.

Mas allá de que puede parecer la típica dualidad americana, le invito a leer el libro y descubrir si Ariel consigue descifrar el misterio. No se arrepentirá.

8/7/08

El Respeto


¿Acaso la vida de una persona que conduce un automóvil tiene más valor que la de un peatón? Pues parece ser que la respuesta en Paraguay es: sí. Pero este es solo uno de los muchos ejemplos que pueden darse sobre este valor promocionado desde la infancia, pero sin mucho interés en estos tiempos de la informática.

El hecho de que todo el mundo sepa que los derechos de una persona terminan donde comienza el derecho de otras, no quiere decir que sea practicado. Por qué a medida que las libertades van avanzando se pierden derechos fundamentales para el ser humano. Quizá porque estamos más interesados en explorar el mundo, sin importar qué consecuencias acarree para lograr el objetivo.

Días atrás, cuando formaba la fila en una cantina para comprar dos hamburguesas y una gaseosa, dos jovencitas se pararon a mi lado y comenzaron a conversar. Sonreí por los temas que estaban debatiendo y recordé que a esa edad (no tendrían más de 13 años) yo también pensaba igual que ellas.

Pero mi sonrisa se borró del rostro cuando una de ellas comenzó a avanzar y se ubicó delante de mí. Le toqué el hombro con el dedo índice y le dije: perdón, pero yo estaba en la fila antes que vos.

Ella, indignada, me miró y me respondió: no, yo estaba aquí antes que usted.
Al instante le respondí que hacía diez minutos estaba esperando por la hamburguesa y que ella no estaba allí cuando llegué.

Y, con una voz autoritaria, para marcar mi descortesía por lo que le había expresado, me respondió: es que yo estaba aquí antes que usted, lo que pasa es que fui a ver un rato qué pasaba en la exhibición gimnástica y ahora volví.

Aunque puede parecer una anécdota pueril, sirve para reflejar la sociedad actual. Ya sea en el supermercado, en la calle, en la discoteca, en el banco o en cualquier lugar donde deba formarse una fila, el respeto (o la falta de este) es lo primero que hace presumir sobre la condición de la persona que la infringe o la practica.

Y quizá, como yo, muchos se preguntarán dónde están los padres o estuvieron los padres de esa persona, que se olvidaron de enseñar algo muy sencillo como el respeto. Y tal vez pueda responderme que quizás sus padres debían trabajar varias horas al día para poder pagar la educación y otros cuidados de su(s) vástago(s). Pero, con alguien debió quedarse esa criatura, y ese alguien (llámese niñera, abuelos, tíos, primos, amigos) debió inculcar ese valor en algún momento del día en que le tocó convivir con el niñ@.

Tal vez la discusión sea larga. Y nunca lleguemos a un acuerdo sobre este punto. Quizá por ello, muchos obviaron inculcar el respeto. Y tal vez, por eso es que hoy estamos pagando las consecuencias, con un mundo desordenado, devastado, a punto de morir. Y lo más triste de todo es que solo nosotros tenemos la solución.

13/5/08

Una vida de infortunios

Por Wendy Marton

La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada (Gabriel García Márquez, Ed. Sudamericana-Clarín-Revista Ñ), convertida en novela por García Márquez, tras haberla publicado primero como reportaje acerca de una niña obligada a prostituirse por su abuela, relata la historia de Eréndira, su abuela y Ulises.

La novela comienza cuando Eréndira, con 14 años, quema accidentalmente la casa de su abuela, tras haber prendido velas en memoria de su padre y su abuelo muertos, por orden de la dueña de la casa, quien fiscaliza todo lo que se hace o se deja de hacer en la mansión.

Tras el siniestro, Eréndira es obligada a pagar los daños, y su abuela no encuentra mejor método para recuperar su dinero que a través de la prostitución de la muchacha. Así, la niña debe satisfacer a todos los hombres, civiles o militares, que viven en el desierto sin poder quejarse siquiera.

Aunque una congregación religiosa la rescata temporalmente, su abuela se las ingenia para recuperarla y seguir cobrándose la deuda de su nieta.
Y es allí cuando Eréndira conoce a Ulises, hijo de un contrabandista holandés, y al amor, y le vuelven (o le viene por primera vez) las ganas de vivir.

Es una novela cruda que relata lo que muchas jóvenes padecen inclusive hoy día, en muchas casos obligadas por sus propios familiares como recurso para salir de la situación económica en que se encuentran.

En este libro, se incluyen además otros relatos cortos de García Márquez muy interesantes, que tratan sobre la penuria, la tristeza, la codicia, en fin, sobre la vida.

Si decide leer este libro no se arrepentirá, y tal vez, la próxima vez que vea a un niñ@ pidiendo limosna en la calle piense dos veces antes de seguir camino, sin tratar siquiera de pensar en una solución al problema.

30/4/08

La Doble Moral

Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, aunque la violencia se practica a plena luz del día”, John Lennon.

Por Wendy Marton

“Doña Ángela” (Josué Guimarâes, Ed. Edivisión, Compañía Editorial, 1978), fue publicado un año después de que fuera aprobado el divorcio en Brasil. Relata la vida de Doña Ángela, dueña de una “casa de niñas”, reconocida y visitada por todas las autoridades más importantes de un pueblo brasileño del estado sureño de Rio Grande do Sul, y cómo se vivió en la casa de esta madama la decisión del Senado brasileño de aprobar el divorcio.

El delegado, el prefecto, el doctor más prominente de la ciudad, un profesor, un plantador de soja y consejeros de la prefectura, discuten en la casa de Doña Ángela, el día de la votación en el Congreso, las repercusiones que tendrá en la unidad familiar una decisión como esta.

A tal punto llegaba la doble moral, de la sociedad brasileña en este caso (en la década del '70, hacemos la salvedad), pero que aún hoy persiste en muchos países, que sí justificaban tener amantes, sean casuales o permanentes, sin que consideren que esto podría afectar la estructura del hogar, "algo sagrado para los hombres de bien".

Con irónico humor, Guimarâes relata paso a paso las discusiones entre quienes deben velar por el cumplimiento de las leyes y empresarios respetables, casi todos componentes de un hogar “feliz”, pero dispuestos a destinar parte de su dinero a satisfacer sus deseos, sin que lo consideren una traición a la institución del matrimonio católico occidental.

A ello se suma un acontecimiento que marcará la vida de todos los presentes, y cómo son capaces de violar las leyes con tal de seguir manteniendo viva la reputación de los allí presentes.

Aunque la traducción que leí no es buena, este libro es recomendable para quienes deseen conocer algo de la cultura brasileña. Y además, insisto, a pesar de la mala traducción es un libro ardiente, con personajes que se entregan a la tarea del amor como si fuera un rito solemne, que debe ser preparado igual que una comida, con aceites, olores, sabores, capaces de atraer a cualquier comensal.

23/4/08

Leer para contarlo

Por Wendy Marton

Hoy te propongo una lista de libros que me gustan. Encontrarás algunos clásicos, y otros no. Antes de que comiences debo confesarte, y con mucho pesar y vergüenza, que aún me faltan algunos importantes. Como ejemplo te cuento que aún no leí Don Quijote de la Mancha (Miguel de Cervantes), ni Ana Karenina (León Tolstoi), ni Lolita (Vladimir Nabokov). Tampoco puede ser perdonable que no haya leído La Iliada, La Odisea, Los Miserables (Víctor Hugo). Para justificarme, puedo darte dos razones de mi pobre conocimiento literario clásico: la falta de recursos económicos y la falta de libros.

Aquí, en Paraguay, no llega ni la mitad de libros escritos por quienes ganaron el Premio Nóbel, por ejemplo, y muchos otros fueron prohibidos por la dictadura de Alfredo Stroessner y olvidados por quienes pudieron haberlo recordado al caer la dictadura en el año 1989.
Pero está entres mis planes leerlos. En principio, ya está en mi casa Don Quijote de la Mancha y lo leeré en breve.
Mientras perdonás mi poca preparación literaria te recomiendo los siguientes:

La insoportable levedad del ser (Milan Kundera) Es una mezcla de literatura con filosofía. Si decidís leerlo o ya lo leiste coincidirás conmigo que todos somos Tomás, Teresa y Sabina. Y te darás cuenta al final que la levedad del ser es en serio insportable.

Sobre Héroes y Tumbas (Ernesto Sábato). Aún hoy, luego de que pasaron más de diez años de haberlo leido, me parece fascinante la personalidad de Alejandra y el dominio que ejerce sobre Martín. Al igual que El Túnel, tiene un apartado sobre el Informe sobre ciegos.

Gabriela, clavo y canela (Jorge Amado). Hay veces que sueño y deseo ser como Gabriela, una mujer ardiente, amante del amor. Además de hablar de Gabriela, Jorge Amado confronta una época (que aún hoy persiste en Latinoamérica) de la lucha por el poder.

El amor en los tiempos del cólera (Gabriel García Márquez) Es un libro mágico. El amor de Florentino Ariza por Fermina Daza puede hasta hacerte creer que el amor verdadero existe.

Yo, el supremo (Augusto Roa Bastos) Una obra magistral sobre una dictadura que asoló educativamente al Paraguay, la de Gaspar Rodríguez de Francia, y bastante parecida a las dictaduras de América Latina. Me pareció inclusive mejor que El Otoño del Patriarca (Gabriel García Márquez).

Hijo de Hombre (Augusto Roa Bastos) Relata la vida del Paraguay. Así como se describe en este libro que son los paraguayos, seguimos siendo iguales en la actualidad, a pesar de que se ambienta a comienzos del siglo XX.

Arráncame la vida (Angeles Mastretta) Aún hoy creo ser Catalina. Un ser extraordinario que me hizo quererme, aceptarme y saber que existe gente como yo, aunque sea en la ficción.

Memorias de Adriano (Margueritte Yourcenar). Un relato apasionante sobre lo que pudo haber sido la vida de Adriano, el emperador romano sucesor de Marco Aurelio. Vívido y magistral. Para aprender de historia.

El perfume (Patrick Süskind). Mi sentido del olfato comenzó a desarrollarse luego de leer este libro. Aprendí a distinguir muchos olores. Es impresionante la forma en que relata lo que siente Jean-Baptiste Grenouille, quien hará de todo para obtener su propio perfume.

Mi Planta de Naranja Lima (José Mauro de Vasconcelhos). Si alguna vez en tu niñez no tenías un centavo en el bolsillo, o si querés entender cómo vive la mayoría de la población, este libro te transportará a la vida de Zezé, un niño increíble que te va contando su vida de una manera simple, real, sentida. Es el mejor de la trilogía. Le sigue Vamos a calentar el sol, que habla de su adolescencia, y Las Confesiones de Fray Calabaza.

La Divina Comedia (Dante Alighieri) Conocí el infierno, el purgatorio y el cielo a través de este libro. Y de entre todos los lugares me quedo con el cielo en el que vivía Beatriz. A tal punto llega la seducción de este libro que hoy día continúa imaginándose el cielo y el infierno tal como lo describió Dante.

La amante de Bolzano (Sándor Márai) No hay nadie mejor para describir cómo todos huimos del amor que a través de la supuesta vida de Giacomo Casannova. Es una prueba de cómo las personas, a pesar de pedir cada día un poco de amor, huimos de él por miedo a perder la libertad, y encontrar el verdadero amor.

Cumbres Borrascosas (Emili Brönte) Nunca un libro me produjo tanto estremecimiento como este. Si “El amor en los tiempos del cólera” provocó ternura en mí, a pesar del machismo de Florentino, la historia de amor entre Catherine y Heathcliff es inquietante, pues sobrepasa a la vida, y continúa en la muerte.

1984 (George Orwell) Si leiste este libro o intentás saber de dónde nacieron los concursos del Gran Hermano (prostituido por la televisión para volverlo atractivo), sabrás que marcó una etapa importante entre el deseo y la realidad. Un mundo imaginario en el que el Gobierno controlaba todo a su alrededor, incluso los sentimientos de las personas, hoy es real. Así que cuando veas una cámara que te dice “Sonríe: te estamos filmando”, acordate de este libro. Cruel, pero real.

Un mundo feliz (Aldous Huxley) Una pastilla para ser feliz y bebés de probeta que fueran perfectos hoy son reales y ya no una simple imaginación de Huxley. Excelente libro que marca las tendencias de la sociedad, atraída por el consumo masivo en busca de la felicidad, sacrificándola precisamente para buscarla.

Los cuadernos de Don Rigoberto (Mario Vargas Llosa) Un erotismo profundo envuelve al amor de Don Rigoberto por Lucrecia. Y aunque Fonchito, el hijo de Rigoberto interrumpe la convivencia, la pasión entre estos dos personajes despertará todos tus sentidos.

Todos los nombres (José Saramago) Don José, un hombre acostumbrado a la burocracia, y por sobre todo respetuoso de ella, descubre un día el amor. Y busca este amor quebrantando sus principios. Porque lo que siente es capaz de llevarlo a acabar con sus miedos, y darle la vida que se prohibió por mucho tiempo.

El Evangelio según Jesucristo (José Saramago) Si te planteaste alguna vez qué pudo haber sentido Jesús por José o María Magdalena, tal vez este libro te lleve a una respuesta. Y si pensás que va a cambiar tu concepto religioso y tus creencias, leelo, y al final te vas a dar cuenta de que están más firmes que nunca.

Arlequín (Morris West) Un anticipo sobre lo que es Internet. Una intriga de empresarios desatará variados sentimientos en Paul Desmond, quien deberá salvar a su mejor amigo y enfrentar a uno de los hombres más poderosos del mundo informático.

La ciudad prohibida (Anchee Min). La madre del último emperador de China debió soportar muchas cosas. A pesar de ser recordada por muchos como déspota, en esta novela Min intenta reivindicar a la mujer, la madre y la esposa, oprimida por una sociedad cruel.

La casa de las bellas durmientes (Yasunari Kawabata) Solo aquellos que llegan a la vejez y sueñan aún con su juventud como un tesoro cercano, podrán entender esto. Niñas prostituidas sin saberlo y ancianos buscando el amor perdido. Un relato maravilloso sobre lo que perdimos, pero nos negamos a creer. A todos nos pasará un día, si llegamos a esta edad.

La Madre (Máximo Gorki) La denuncia social sobre la opresión a los obreros, relatada a través de una madre que sufre los deseos de libertad de su hijo y los amigos de éste. Una lección para quienes se consideran débiles, incapaces de poder lograr algo en sus vidas.

Crimen y castigo (Fiedor Dostoievski) Una cosa es, en un momento de rabia, desear un mal a otra persona, y otra muy distinta es volver realidad este deseo. Rodion Romanovich Raskolnikov, es un estudiante sumido en la miseria que ejecuta un día cualquiera una acción que luego lo llevará a desarrollar un interesante juego psicológico, hoy día base del análisis del perfecto criminal.

La Náusea (Jean Paul Sartre) Jamás en mi vida sentía tal vacío como cuando leí este libro. Si estás deprimido, te recomiendo que jamás leas este libro. Pues describe una existencia vacía, con la seguridad de que vinimos a este mundo para nada, y que nos iremos de él sin nada.

En una próxima lista prometo recordar otros que también me gustaron y que no. Sólo te diré que en este caso, el orden de los libros leídos si altera el valor de mis gustos.

22/4/08

Sueños de Libertad

Por Wendy Marton

Mujeres de Ojos Grandes (Ángeles Mastretta, Ed. Seix Barral) relata la vida de mujeres. Casadas, solteras, viudas, separadas, amantes, célibes, niñas, madres, abuelas, tías. El estilo narrativo de Mastretta es único. En sus libros, y en especial en este, se puede saborear una comida, sentir que la soledad es como un profundo acantilado, amar con locura, soñar, ser madre, viajar con la imaginación, tal como si ella misma te lo estuviese contando cara a cara.

Periodista de profesión, Mastretta relata la vida de mujeres simples, normales, que aman y sufren. Pero lo hace de una manera especial, pues en cada relato corto se puede sentir lo mismo que el personaje.

Todas viven en Puebla, lugar de nacimiento de la escritora mexicana. Todas tienen un sueño de libertad. Dejar de ser esposas, madres, compañeras, cómplices para ser mujeres, simplemente mujeres. Pero a la vez, todas sueñan con un amor, lejano o cercano, posible o imposible.

Es como si Mastretta hubiese vivido en la piel de cada una, o por lo menos hubiese presenciado de cerca las historias de cada una.
Este libro está escrito no solo para mujeres, sino también para hombres que intentan conocer qué siente y piensa una mujer. Porque todas las mujeres son una, y cada mujer representa a todas.

Si estás en esos días en que un libro muy largo te parece complicado de terminar, si estás deprimida o alegre, o simplemente deseas conocer más sobre México, Mastretta o las mujeres, leé este libro, y lo vas a disfrutar.

14/4/08

Miedo de amar

Por Wendy Marton

El amor tiene dos escenarios: la cama y el mundo (La amante de Bozano, de Sándor Márai, Ed. Salamandra). Tal vez este libro escrito por Márai sea una de las más magníficas historias de amor (junto a Cumbres Borrascosas y El amor en los tiempos del cólera). Porque relata paso a paso, en la supuesta vida de Giacomo Casanova, el amante más celebre de todos los tiempos, el miedo que todos los seres humanos sentimos hacia el amor.

En el libro, se relata la historia de un Casanova de 40 años que huye de una cárcel de Venecia, tras varios meses de encierro, y decide permanecer unos días en Bolzano. En esta ciudad vive Francesca, la única mujer a la que Giacomo ama, pero que está casada con el Conde de Parma, el hombre que le había ganado cinco años atrás un duelo por Francesca.

Enterado de que su joven esposa ama profundamente a Casanova, el Conde de Parma ofrece un trato a Giacomo para que ella deje de quererlo. Más allá de si se cumple o no el contrato, en la novela se relata paso a paso el sufrimiento de dos seres enamorados.

Márai describe a Casanova como un ser temeroso de amor. Y es así como va justificando todas las acciones que comete. Lo describe inhumano pero a la vez con mucho miedo de entregarse a un amor verdadero.

Todos los seres humanos, en mayor o menor medida, tememos a algo: la soledad, la muerte, el amor. Somos seres insatisfechos siempre en busca de algo nuevo, pero a la vez tratando de conservar ciertos privilegios. Y Márai aprovecha todos los temores que azotan al ser humano y los describe con maestría en esta obra.

Tal vez Casanova fue diferente o tal vez fue igual al descrito en este libro. Está a su cargo analizarlo. Pero no se arrepentirá de haber leído esta obra.

25/3/08

Relato de un héroe

Por Wendy Marton

El 28 de febrero de 1955 se da a conocer la noticia de que una tormenta en el mar Caribe hizo naufragar al destructor Caldas, de la marina de guerra de Colombia. La búsqueda de los náufragos se inicia de inmediato, pero al cabo de pocos días de esfuerzos inútiles los marineros perdidos son declarados oficialmente muertos.

Sin embargo, una semana después aparece uno de ellos. Es Luis Alejandro Velasco, que permaneció diez días, sin comer ni beber, en una balsa a la deriva. Así señala parte de la contratapa del libro que condensa una serie de reportajes publicados en el diario colombiano “El Espectador”, y que luego se convertirían en el libro Relato de un náufrago, de Gabriel García Márquez (Ed. DEBOLSILLO).

El encargado de narrar la verdadera historia del naufragio de Velasco fue el entonces joven periodista Gabriel García Márquez. Esta primera obra, según el relato de García Márquez en “Vivir para contarla”, debe ser leída más por la narración en sí que por quien la escribió, pues es una obra literaria interesante, vívida y real.

El libro consta de 14 relatos, que van narrando día a día el embarque del marinero Velasco en Mobile (Estados Unidos), el naufragio y el posterior rescate del marinero ya en una playa colombiana, hasta su llegada a la ciudad donde vivía su familia.
A través del relato se puede sentir la sed, el hambre, el miedo y la esperanza de Velasco. Pero más allá de eso, echa por tierra la versión oficial del naufragio a causa de una supuesta tormenta, y revela detalles no conocidos hasta el momento del por qué varios marineros murieron en el trayecto de regreso a Colombia. Entre los datos más llamativos, que provocaron que Velasco pase de héroe de guerra a traidor, se revela que el destructor transportaba electrodomésticos de contrabando cuando casi naufragó.

Años después de publicar la serie en el diario colombiano El Espectador, García Márquez reconoció que gran parte de la riqueza literaria del libro se la debía a Velasco, quien, desde que comenzó a detallar el naufragio, relató con maestría e ingenio únicos los diez días de naufragio.

Leer “Relato de un náufrago” es revivir los días que Velasco estuvo a la deriva en el mar. Pero también lleva a revivir momentos mágicos, de incertidumbre, sosiego, esperanza y posterior victoria a la muerte de un héroe de miles de colombianos.

Vivir para leerlo

Por Wendy Marton

«La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla».

Con las disculpas para quien lea esto, “Vivir para contarla”, de Gabriel García Márquez (Ed. DE BOLSILLO, 2002), está escrito para dos tipos de gente. Para quienes aman los libros, y a través de las vivencias de Gabriel García Márquez pueden forjarse una idea de los libros que pueden y deben ser leídos, quizá en el mismo orden que él los va narrando; y para los periodistas.

Quienes abrazamos el oficio de comunicar, “el mejor oficio del mundo” según García Márquez, sentimos plena identificación con los relatos de juventud del reportero Gabito, quien después se convertiría en el ganador del Premio Nóbel.

En este libro de más de 500 páginas, García Márquez relata, de una manera vívida, su infancia y juventud, y el camino transitado para convertirse en escritor. Nacido en una familia de escasos recursos, y con diez hermanos que dependían de él tanto como su padre y su madre, García Márquez dejó de lado la “carga económica” de mantener a su familia y se decidió por sus sueños. Y tal vez fue la mejor decisión que pudo haber tomado en toda su vida.

Pero su pesar por su voluntad de dedicarse a la escritura, cuando su padre quería que fuese abogado, se nota en el relato que desarrolla en gran parte del libro sobre la vida que llevaban y llevan aún hoy parte de sus diez hermanos, principalmente, y en menor medida en su madre, figura clave de su vida y sus historias (después de su abuelo materno).

A través de “Vivir para contarla”, se cuentan detalles de cómo nacieron “El amor en los tiempos del Cólera” (a mi criterio su segunda mejor obra después de “Cien años de Soledad”); “Relato de un Naufrago”, “Crónica de una muerte Anunciada”; “Cien años de Soledad”; “La Hojarasca”, entre otros.

“Vivir para contarla” es un libro para disfrutar, para sentir y revivir todo lo que vivió García Márquez, pues cada etapa de su vida es relatada con una maestría única.
Para quienes deseen disfrutar de un paseo mágico por la vida de García Márquez, y adorarlo aún más de lo que lo adoran al leer sus libros, solo queda citar la frase de contratapa del libro, que reza:
«A los que un día le dirán: "Esto fuiste", "esto hiciste" o "esto imaginaste", Gabo se les adelanta y dice simplemente: soy, seré, imaginé. Esto recuerdo. Gracias por la memoria.» CARLOS FUENTES.

14/2/08

HARLEQUIN

EL PODER DE PODER
Por Wendy Marton

¿Es el hombre capaz de cometer un asesinato o perder su propia identidad cuando la presión es extrema?
O quizá la pregunta correcta es ¿manejamos las máquinas o ellas nos manejan a nosotros?

Arlequín (Título Original, Harlequin, 1974), de Morris West, es una novela manejada con extremo cuidado sobre la psicología de una persona que es capaz de todo por conseguir su objetivo (Basil Yanko) y de una persona perfecta (George Arlequín), nacida en una familia con mucho dinero, y con una familia y amigos que cualquiera desearía.

La historia está contada por Paul Desmond, amigo de Arlequín, quien está profundamente enamorado de Julie (esposa de Arlequín), mucho antes de que ella se case con su mejor amigo. Arlequín es dueño de una corporación financiera, fundada por su abuelo y hábilmente administrada por él, que contrata los servicios informáticos de Creative System, de Basil Yanko.

A días de estar Nueva York, luego de haber vuelto de un viaje de negocios, Arlequín cae enfermo y algunos, entre ellos Paul, creen que morirá. Allí entra en escena Yanko, quien informa a Paul que se detectó una falla en el sistema y que Arlequín había depositado en un banco suizo 15 millones de dólares, es decir, había defraudado a su propia compañía. A pesar de ello, Yanko ofrece comprar Arlequín et Cie, por una suma nada despreciable.

Paul se niega a creer que su amigo, uno de los hombres más ricos del mundo, haya sido capaz de cometer el delito y decide iniciar una investigación por su cuenta. Es a partir de allí que se teje una serie de hechos que irán desde la contratación de investigadores israelíes disfrazados de floristas, investigaciones del FBI, asesinatos, acusaciones mutuas, caída de las bolsas y de las acciones, y secuestros consumados por el Frente de Liberación Nacional de Palestina y por un grupo guerrillero de Japón, entre otros ingredientes que le dan mucha acción al relato.

La novela es altamente entretenida, narrada de una manera que no le permitirá un minuto de descanso, pues cada línea escrita representa un dato nuevo que busca deslindar responsabilidades y encontrar al verdadero culpable.
Pero mas allá de una historia sobre personas o multinacionales que pretenden el poder total, para convertirse en un Estado dentro del Estado, anticipa un mundo manejado por computadoras entrelazadas entre sí, a través de una red que puede ser manejada para construir o destruir.
Si bien el “programa madre” de lo que hoy conocemos como Internet nació en 1969, fue recién en el año 1989, en Ginebra, cuando un grupo de Físicos encabezado por Tim Berners-Lee, creó el lenguaje HTML, y un año más tarde el mismo equipo construyó el primer cliente Web, llamado WorldWideWeb (WWW), y el primer servidor web.(*)

Si tiene una semana libre, le recomiendo este libro. Tendrá sobresaltos, amará, odiará y se preguntará hasta qué punto estamos controlados por las computadoras, y sobre todo con qué facilidad se puede cambiar el dato de una persona para perjudicarlo o beneficiarlo, sin que nadie se de cuenta. Luego de leer el libro pensará dos veces antes de poner un dato en alguna comunidad de moda por el sólo hecho de figurar.


Fuente: (*) Wikipedia (
http://es.wikipedia.org/wiki/Acceso_a_Internet)

10/1/08

El caso Orgagna

¿La verdad debe quedar oculta?.
Por Wendy Marton

El libro "El Caso Orgagna" (Título original "The Big Story", 1957), del escritor australiano Morrist West, es tal vez poco conocido (con relación a Las Sandalias del Pescador o El Abogado del Diablo) en Paraguay y en otras partes del mundo, pero de mucho contenido.

Relata la historia de Richard Ashley, un corresponsal norteamericano que viaja a Italia para escribir la "gran historia" de su vida, que le permitirá hacerse mundialmente conocido.

El día de su cumpleaños número cuarenta debe reunirse con un informante que le dará unas copias sobre unas cartas de uno de los políticos más influyentes de Italia: el duque Vittorio de Orgagna. Estas cartas demuestran como Orgagna se quedó con el dinero proveniente de países como Estados Unidos, que estaban destinados a mejorar las condiciones de vida de las zonas menos favorecidas de Italia, principalmente las del sur. Organa no solo es el artífice de la unión entre la izquierda y la derecha italiana, sino que además cuenta con el apoyo político de varios países, entre ellos Inglaterra.

El problema se origina cuando su informante le pide un precio mayor al convenido. A partir de allí se suceden una serie de historias y personajes entre las que destacan, a más de Orgagna, Cósima, la esposa de Vittorio y ex novia de Ashley.
Una serie de acontecimientos, que van hasta el asesinato de personas , envuelve a esta novela que cuestiona básicamente hasta qué punto los periodistas están dipuestos a publicar la verdad de un hecho y sobre todo qué motivos los impulsa a ello.

Además, cuestiona que pese a la posible altruista intención de un periodista de buscar por todos los medios que salga a relucir la verdad, es el poder político el que importa, y si este se ve afectado buscará las maneras de evitar cualquier publicación, por cualquier medio, sea este acabando con la vida de las personas o utilizando la sutil ironía de no hacer caer al poder de turno, para que el poder pueda seguir brindando seguridad, crecimiento económico y estabilidad política.

En un mundo donde todo vale, este libro le hará cuestionarse sobre los valores éticos y morales que rigen a la sociedad, y la necesidad de sacrificar ciertas creencias por el bien común. Pero esté seguro de una cosa: no volverá a ver la vida de igual manera.