Por Wendy Marton
Es Hot! Pasó
de ser el príncipe azul que despierta a la princesa con un casto
beso y le promete felicidad eterna, a ser un hombre dominante y que
ofrece sexo pervertido y sexo "vainilla" todo el tiempo, a
toda hora. Esa es la única respuesta que encuentro al éxito que
acumula la trilogía "Cincuenta sombras de Grey",
"Cincuenta sombras más oscuras" y "Cincuenta sombras
liberadas", de la escritora E.L. James.
Aunque
generalmente no suelo leer este tipo de libros, mi curiosidad pudo
más y decidí engullir los tres tomos de la historia de Anastasia
Steele, una graduada en Literatura Inglesa, y de Christian Grey, un
exitoso y multimillonario joven -de menos de 30 años-, cuya vida
privada es un secreto guardado en una caja fuerte.
La historia
comienza cuando Anastasia debe suplantar a su amiga Katerine
Kavanagh, periodista, quien justo el día que debe hacerle una
entrevista a Grey para la revista de la facultad donde ambas
estudiaron, atendiendo a que él es el mecenas de la universidad, se
enferma y le pide que vaya en su reemplazo. Anastasia es torpe, no le
interesa el dinero, pero tiene una belleza extraordinaria y una
terquedad sin límites. Él es arrogante, porque se sabe lindo y
todas las mujeres sucumben cuando lo miran, pero no permite que nadie
se le acerque; es celoso, posesivo, temperamental y asfixiante. Le
gusta practicar sexo sádico, y tener "sumisas" a su
disposición, mujeres que firman contratos de confidencialidad a
cambio de tener sexo con el empresario más apetecible del país.
Para darle más
cliché al libro, ella es virgen, apenas tuvo unos cuantos enamorados
pero que nunca pasaron de "meter mano" en forma inocente.
Surge entre
ellos una relación que se va consolidando a lo largo de la trilogía,
obviamente con altibajos por la poca autoestima que tiene él y las
ganas de salvarlo con solo brindarle amor de parte de ella.
La historia de
que el amor puede salvar todo, inclusive un alma negra como la de
Grey es la que atrapa. Es la historia que transmiten las madres a sus
hijas: ser sumisas, pero no tanto; tratar de que cambie el carácter
del amado con solo darle amor, mucho, mucho amor, ser fuertes cuando
ellos son débiles y mostrarles el camino de la luz con solo
intentarlo de la mano de su amada.
Es una historia
rosa, enriquecida con detalles sexuales, descripciones que todo mujer
ansía leer en los libros y leérselos a su pareja, para que entienda
que una una mujer necesita de todos los recursos de las caricias
previas para poder entregarse al orgasmo sin culpa. Entra en detalles
al describir el proceso, el roce del cabello, la mano bajando
suavemente por los botones de la blusa, el detenimiento en el ombligo
haciendo crecer el deseo carnal, describe el sexo oral que él le
practica a ella, los estímulos a las cuales la somete para que
explote una y otra vez.
Sí, es
un libro para mujeres, un libro donde se explican las fantasías que
todas tuvimos o tenemos y que estoy segura aburrirá a más de un
hombre por lo meloso que se torna por partes el relato. Pero quizá,
valdrá la pena que lo lean ambos, no completo, solo aquellas partes
que encienden el deseo de la mujer.