Por Wendy Marton
Es insoportable. Arrogante. Autoritario. Egocéntrico. Hostil. Un verdadero misántropo. Y cualquier otro adjetivo que describa a una persona que tiene poca consideración hacia otras personas.
Aún así, su popularidad crece día a día. Solo en la red social Facebook tiene más de 50.000 fans, distribuidos en decenas grupos de varios países del mundo. Uno de los grupos inclusive pregunta ¿qué personaje de la serie eres?
En Paraguay, la serie norteamericana Gregory House, Diagnóstico Médico, puede ser visto a través de Canal 5-Paravisión, todos los sábados y domingos a las 21.00 horas.
¿Qué lo hace tan atractivo? Pues podría decirse que precisamente esa arrogancia característica de un personaje que quizá podría sentirse menos que los otros por padecer de un problema en la pierna derecha (debido a un infarto muscular). O quizá este problema es simplemente un complemento hacia una mente superdotada, capaz de resolver problemas que otros no lo hubieran pensado, fastidiado de cosas simples, y constante buscador de problemas le ayuden a resolver el único que no puede solucionar: el suyo.
Gregory House (encarnado por el genial actor Hugh Laurie, conocido en Paraguay por su participación en Stuart Little-era el padre de los niños), es responsable de una unidad especializada del Hospital Universitario Princeton-Plainsboro de Nueva Jersey, en casos que otros doctores no pueden resolver.
Tiene un equipo médico conformado por la inmunóloga, Allison Cameron (Jennifer Morrison); el neurólogo Eric Foreman (Omar Epps), y Robert Chase (Jesse Spencer) –de quien todavía no sé cuál es su especialidad. Cameron representa a la típica mujer dadivosa, sensible, que ama a todos aquellos que sufren en este mundo. Foreman, por el contrario, se siente discriminado por ser de color, y compite todo el tiempo por demostrar que es mejor que los demás. Chase, es un joven proveniente de una familia adinerada, e hijo de un famoso médico, incapaz de demostrar su habilidad abiertamente, quizá debido a su origen.
En la serie también aparecen James Wilson (Robert Sean Leonard), jefe de oncología y mejor amigo de House; y Lisa Cuddy (Lisa Edelstein), directora del hospital. Cuddy llega al extremo de perdonar su constante arrogancia, pues sabe que es difícil encontrar otra mente brillante como House.
A lo largo de la serie se muestran aspectos sobre él que lo hacen más odioso aún. Inclusive, llegó a tener un problema con un paciente, que resultó ser policía, y estuvo a punto de ir a la cárcel; y recibió un disparo que casi acaba con su vida, proveniente de un hombre luego de que su esposa se haya suicidado tras enterarse por House que era engañada con otra mujer.
Desde el inicio de la serie, se va retratando parte de la vida de House, mientras los pacientes van curándose o muriendo en cada capítulo. En los primeros, muestran parte de su vida después del proceso de divorcio, que lo hundió en depresión. Luego, vino una cura provisoria a su problema, luego de recibir el disparo. Posteriormente, estuvo a punto de ir a la cárcel, y de paso llevar a la quiebra económica a todos los más cercanos a él.
Uno de los casos más llamativos para mí fue el de una paciente que intentó suicidarse luego de que fuera abusada por tres hombres y quedara embarazada. La única persona con quien quería hablar la joven era House. Y obviamente él rechazó cualquier intento de acercamiento hacia un ser humano.
Mas allá de lo que pueda decirse de una persona así, es indiscutible que su personaje es atrapante. Quizá, porque todos, en algún momento, tenemos ganas de responder de la misma manera que él. O quizá, porque nos gustaría tener su misma dosis de inteligencia. Como sea, cada sábado me engancho a este programa, esperando algún nuevo desplante hacia los pacientes o familiares, y convencida de que si me llega a tocar alguien así lo mando a freir papas.